A).- PRIMEROS TIEMPOS.(10000 a.C. – 100 a.C)

 

Los primeros habitantes de la meseta, y en general de la península ibérica, hombres primitivos, llegaron posiblemente desde África, vivían de la caza y de la pesca, y eran nómadas, es decir no tenían un núcleo de población estable. En diversas épocas de la historia recibieron también oleadas de gentes llegados de Europa, que se mezclaron, fundamentalmente los celtas. Sabemos que en el territorio o término municipal de Castr rillo existieron núcleos de población en diferentes puntos de su término por los restos dejados, principalmente restos de cerámica y de teja, que como se sabe son productos humanos:

.- Así en el cotarro del Castillo, muy apto para su defensa, debió de existir desde tiempos inmemoriales un núcleo de población, con muros defensivos.

 

.- También han aparecido restos humanos en la zona conocida como “El Palacio”, en el valle, cerca del arroyo, aunque en este caso el asentamiento debió de hacerse en épocas más pacíficas.

.- En el cotarro del actual Cementerio hay restos. Recientemente aparecieron unos silos, o pequeños hoyos en el terreno hechos para almacenar grano.

 

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.- Y también (aunque en término de La Sinova), por encima de la ladera denominada “ El Castro”, que da vista a La Sinova; este último asentamiento debió de ser elegido por su buena defensa, como su nombre indica.

 

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El primer pueblo conocido y documentado que habitó esta tierra era el de los llamados “Vacceos”, pueblo celtíbero organizado en ciudades libres y cuya capital era Pallantia (Palencia o quizá Palenzuela).La tierra no era privada, sino pública, de la Comunidad, y tenían por costumbre repartirla cada año, haciendo suertes, en función de las necesidades de sus habitantes y de sus circunstancias. Guardaban el trigo en silos circulares, excavados en el suelo y recubiertos de barro, donde se conservaba hasta cien años.

Entre los pueblos o ciudades más cercanas estaba la antigua Pintia, ciudad vaccea situada probablemente en Padilla de Duero, junto al Duero.

 

B).- ÉPOCA ROMANA (100 a.C.- 400 d.C.)

 

Después de la caída de Numancia, en la actual Soria, los romanos se apoderaron de toda esta tierra, impusieron su organización y su lengua, y aunque aquí no han aparecido restos de inscripciones sí ha habido hallazgos en la granja de Jaramiel , término de Piñel de Abajo, y en la cercana Esguevillas, signos de que la dominación romana llegó hasta aquí.

Impulsaron muchas cosas, lo que ahora llamaríamos “civilización”: por ejemplo el cultivo de las tierras, fundando Granjas o explotaciones agrícolas en el territorio circundante. Se caracterizaban estas granjas porque el dueño del terreno percibía de sus arrendatarios o agricultores un Quinto (1/5)de la cosecha. Por eso esas granjas se llamaron Quintas o Quintanas, nombre que han conservado las poblaciones hoy en día(Quintanillas), cercanas a nuestro entorno.

 

C).- ÉPOCA VISIGÓTICA. (400-700 d.C.)

 

Después de los romanos llegaron los visigodos, tribus germánicas (de la actual Alemania) que se establecieron principalmente en la meseta castellana, llamada por eso Campo de los Godos. Los Visigodos se convirtieron en reyes y en la clase dominante de los nobles; además se apropiaron de un tercio de la tierra cultivable (las llamadas suertes góticas). En la cercana Piña de Esgueva han aparecido enterramientos de visigodos y se cree (aunque está por estudiar) que también lo son los aparecidos en Castrillo, en el cotarro de San Cristóbal frente al llamado Prado. Aunque quizá éstos últimos puedan ser enterramientos de los primeros tiempos del cristianismo en esta zona, entorno a la ermita que existió allí bajo el mismo nombre de San Cristóbal.

 

D).- ÉPOCA MUSULMANA. (700-900 d.C.)

 

Es bien conocido que los musulmanes conquistaron casi toda la península Ibérica, y que muchos cristianos se refugiaron en las montañas de Asturias. Se discute sobre si esa conquista llevó o no la despoblación total del valle del Duero hacia el Norte, y por tanto la zona de Castrillo. Algunos piensan que esta zona estuvo casi 200 años despoblada; otros opinan que la despoblación no fue total, aunque sí desaparecieron las ciudades y los vínculos con el poder (no había representantes reales, ni organización estatal). En todo caso parece que aunque desprotegida de los reyes cristianos de Asturias y León, y teóricamente bajo control musulmán, en realidad esta zona nunca fue ocupada, y sus habitantes pudieron subsistir sin desaparecer totalmente. Es decir, posiblemente subsistieron pequeños núcleos de población cristianos, como el de Castrillo, desvinculados tanto de los reyes cristianos, como de los musulmanes, aunque siempre bajo la amenaza de guerra de unos y otros.

 

E).-LA REPOBLACIÓN CRISTIANA.(900-1200 d.C.)

 

Con el avance de Alfonso III, rey de León, a finales del siglo IX, se llegó a dominar militarmente por los cristianos todo el territorio hasta el valle del Duero. Seguramente en esa época, a partir del año 900-950, surgió Castrillo Tejeriego entorno al castillo que los reyes leoneses, construyeron en lo alto del cerro del mismo nombre. Desde dicho cerro se domina casi todo el valle del Jaramiel. Desde nuestro castillo se divisaba el castillo principal de Las Mamblas, en Tudela de Duero, situado sobre un pico al final del valle, que separa el valle del Jaramiel y el del Duero, a la derecha del paso llamado “El Collado” en Villabañez.

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Nada sabemos de esta época inicial del castillo, pero cabe imaginar las continuas zozobras y peligros de sus habitantes que tuvieron que sobrevivir casi 200 años siguientes, sobre todo en los 100 primeros, y defenderse de las frecuentes incursiones musulmanas, llamadas “aceifas”, en tierras de Castilla y León, con saqueos y batallas. Seguramente el castillo sirvió de cobijo muchas veces a los primeros pobladores, que ante la amenaza causada por las huestes musulmanas, especialmente en la época de Almanzor, años 975-1000, debían de refugiarse entre sus muros a menudo para salvar su vida.

Establecido el primer núcleo de población de forma estable, bajo la sombra del castillo, fueron viniendo los repobladores cristianos encerrados tras las montañas de Santander primero y luego también de las tierras del norte de Palencia, siempre en dirección Norte-Sur, en busca de nuevas tierras que cultivar. No se descarta tampoco la existencia de otros cristianos repobladores de lengua árabe, llamados mozárabes, que huían desde las tierras del sur dominadas por los musulmanes y se instalaron bajo la protección de los Reyes cristianos en estas tierras recién conquistadas. Eso ocurrió en otras zonas de Valladolid, sobre todo en la parte Sur de la provincia.

 

F).- LOS PRIMEROS TIEMPOS DE LA VILLA: LA BAJA EDAD MEDIA (1200-1500 d.C.)

 

Desaparecido el peligro de incursiones de los musulmanes, al trasladarse la frontera más allá del río Tajo,la población de Castrillo se consolidó y alcanzó la categoría de Villa, debido seguramente a que tenía un castillo.

En esta época aparecen los primeros documentos escritos sobre Castrillo Tejeriego, conservados en la Catedral o Colegiata de Valladolid, que tenía algunos derechos aquí: en 1230 el primero.

El Castillo, llamado mejor “Fortaleza” según los escritos de la época, estaba a cargo de un Alcaide, puesto por el Rey, y luego por el señor de la villa. Esto diferenciaba a Castrillo de otros pueblos cercanos y le daba una cierta importancia.

El castillo seguramente era una pequeña fortaleza defensiva situada en lo más alto del cotarro, rodeado de dos o más murallas circulares concéntricas, desde abajo hacia lo alto, para facilitar su defensa, tal como muestran hoy sus laderas aterrazadas.

La villa y su castillo quedaron en territorio de la corona de Castilla, después de su primitiva adscripción a la corona de León, pero el rey Alfonso X el Sabio la donó a su hijo el infante Don Felipe, luego arzobispo de Sevilla. Desde ese momento dejó de depender del Rey, de ser villa de realengo, y pasó a ser villa de señorío, dependiente en lo sucesivo de un Señor.

El primer señor, Don Felipe, la conservó muy poco tiempo en su poder, pues la vendió al obispo de Osma (Soria) Don Xil, hacia 1250. La venta significaba que el señor (los obispos) tenía derecho al Castillo y a nombrar alcaide para su custodia y defensa, a administrar justicia, nombrando un representante suyo (el Alcalde Mayor), y a cobrar ciertos impuestos (normalmente la alcabala, una especie de impuesto en las ventas), además de ciertas propiedades particulares de tierras y casas.

Los obispos de Osma se preocuparon porque la villa de Castrillo prosperara, y para que la poblaran más habitantes y pusieran en cultivo sus tierras (lo que suponía más ingresos); por ello le dieron un Fuero, es decir de un conjunto de Leyes con ventajas fiscales para estimular su repoblación. Tenemos noticias de la existencia de ese Fuero por los inventarios de documentos de la Catedral de Osma, aunque el documento que contiene ese Fuero no se ha conservado.

Quizá esté relacionado con ese fuero el privilegio que alegaban ante los recaudadores del rey, llamados merinos, de que no estaban obligados (junto con los de Valbuena) a pagar Fonsadera, es decir un tributo para contribuir a los gastos de guerra del rey.

En esa época se debió de construir la primitiva iglesia, dedicada a Santa María Magdalena, de estilo románico, más pequeña que la actual, y situada posiblemente junto al lado norte de la actual. Por los documentos del obispado de Palencia, de quien dependía, sabemos que tenía para su servicio 13 clérigos.

Los obispos de Osma la poseyeron hasta 1355, aproximadamente. Luego la vendieron a los Rui Castañeda, en cuyas manos permaneció hasta 1503 . La última señora de Castrillo fue, durante casi medio siglo Doña Francisca de Castañeda. Tenemos noticias de que los señores se alojaban en el castillo, pues se conservan algunos documentos firmados por dicha señora dentro de su Castillo, firmando como testigos el despensero y alguno de sus criados.

En lo administrativo la villa perteneció a la merindad del Cerrato, cuya cabeza era Baltanás, y luego se segregó de ésta para pertenecer a la merindad del Infantazgo, cuya sede era Valladolid. Al frente de la merindad estaba un Merino, o representante y recaudador del Rey.

En lo eclesiástico dependía del Obispo de Palencia, y así continuó hasta 1955 en que pasó a depender del Arzobispo de Valladolid.